martes, 23 de marzo de 2010

LA ESPERANZA DE PANDORA


Hay quienes dicen que vivir o no vivir es cuestión de esperanza. Yo creo que es algo que tenemos que evaluar y mirar más detenidamente.

No culpo a Pandora por abrir el ánfora que contenía todos los males de la humanidad liberando todas las desgracias humanas, a veces, yo hago cosas también por pura curiosidad y no resultan ser lo mejor para nadie; a veces abro mis baúles secretos, mis cartas sin destinatarios, mis cajas llenas de recuerdos, mis ojos cansados de ver la misma gente pasar y hasta mi corazón que se estremece con el sonido de una buena canción. De vez en cuando abro el alma a la luz del sol para que sus rayos sequen algunas gotas de lluvia que se han quedado tiradas por ahí. Lo que no le perdono es haber dejado dentro de aquella caja a la esperanza.

Hubiese querido que aquella moradora del alma partiera también con su grupo de prisioneros para que así se llevara consigo tanto suspiro y tanta lágrima suelta. Pues por culpa de ella nos negamos a morir y preferimos pensar en una vida eterna, en un algo que no acaba pero que no lo tenemos ni por sabido ni por seguro.

No soy quien para juzgar el acto instintivo de aquella mujer, pero gracias a que la esperanza prefirió instalarse en el fondo de la vasija hoy soñamos con futuros, con casas en el aire, con jardines colgantes y con todo lo que nuestra loca fantasía pueda crear.

Creyendo que existe el mañana preferimos sentarnos, instalarnos en el hoy, esperar a que la situación cambie, alivianar las cargas, dejar todo inconcluso, soñar despiertos y hasta nos permitimos el acto de fracasar. Hoy no se pudo, mañana si se podrá.

Recogemos los trozos de todos nuestros sueños rotos para fabricar uno nuevo creyendo que mañana será posible.


Sin embargo la humanidad no puede perder la esperanza, pues si se le agotara o no estuviera tan en el fondo del ser no habría razones para continuar bailando este vals ni para darle cuerda a esta locura que es vivir.

El tiempo se agota y no queda esperanza si sólo estamos destinados a la vejez y a la muerte que es el fin último del hombre.

9 comentarios:

  1. Bueno, bueno...estamos filosóficos por lo que leo.
    La vida hay vivirla como viene, la muerte es el final de eso no cabe ni la minima duda, ¿así que por que no vivir cada día como si fuera el último de nuestra vida?.
    Que tengas una feliz semana.
    Un saludo

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  2. Querido Caminante, a i me cuesta hacerme ilusiones, soñar. Soy de las que vive con los pies en la tierra, peor creo que la esperanza y los sueños tienen un poder especial para contruir grandes proyectos colectivos de la sociedad. Que no muera, pues, la esperanza.
    Besos camineros

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  3. Es cierto eso de que muchas veces pensamos que todo se resolverá mañana, pero igual el momento de hacerlo es ahora, porque el tiempo se va y no vuelve.
    un abrazo

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  4. Que razón tienes, hasta el suicida subido en el borde de la cornisa alberga una esperanza.
    Fantástico como siempre.

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  5. Cuando tenemos ganas de bailar ese vals es que estamos listos para continuar soñando .los sueños con esperanza .

    Saludos caminante.No olvides el vals

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  6. que pena mi amigo y hermano, pense que yo me abia echo seguidor y veo que no
    te ofresco mil disculpas que pena
    muy buen escrito

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  7. Y es en la locura donde forjamos los mejores sueños y esperanzas...
    Un placer leerte...
    Bsos...

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  8. Tantos días de espera, siempre merecen la pena. La soledad de las mecedoras es aterrradoras e ncreíbles!!!

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